El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia, una organización española a favor de los derechos religiosos y de pensamiento, ha identificado en un informe que acaba de publicar 100 manifestaciones públicas recientes de diversos dirigentes políticos de todos los signos contrarias a la libertad religiosa. Como afirman en el informe, no son todas las que ha habido, sino una selección de declaraciones y otras manifestaciones que -en sus palabras- inducen a tener “100 razones para estar alerta”.
Con tales manifestaciones se produce desde el campo político una clara desincentivación del hecho religioso, de tal manera que desde los poderes públicos o los partidos políticos se intenta transmitir la idea de que quien porta valores religiosos son incapaces de aportar nada constructivo al diálogo político.
El presidente de esta organización, Marcial Cuquerella, recuerda en su comunicado que la situación de la libertad religiosa de un país "es uno de los principales indicadores de la defensa de las libertades". "Su respeto facilita que los ciudadanos crean o dejen de creer en aquello que elijan, y les permite tomar decisiones basadas en tales creencias, expresándolas, si así lo desean, de manera pública".
Entre los hechos se citan las manifestaciones a raíz de un acto litúrgico multitudinario en la plaza de Colón de Madrid o con motivo de la Nota de la Conferencia Episcopal Española ante las próximas elecciones generales. También se han atacado los símbolos religiosos, se ha editado un manual por una organización juvenil de un partido político “para salirse de la Iglesia” o ha habido insultos a los obispos (como “casposos”, “integristas” o “tenebrosos”). Incluso se ha amenazado con denunciar los Acuerdos Iglesia-Estado o cortar la financiación de la Iglesia.
El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia concluye el informe mostrando su “preocupación ante el retroceso que se ha dado en el respeto debido a las creencias de los ciudadanos” y constata que estas actuaciones parece querer sustituir la conciencia religiosa “por una ideología desde el Estado”.
Con tales manifestaciones se produce desde el campo político una clara desincentivación del hecho religioso, de tal manera que desde los poderes públicos o los partidos políticos se intenta transmitir la idea de que quien porta valores religiosos son incapaces de aportar nada constructivo al diálogo político.
El presidente de esta organización, Marcial Cuquerella, recuerda en su comunicado que la situación de la libertad religiosa de un país "es uno de los principales indicadores de la defensa de las libertades". "Su respeto facilita que los ciudadanos crean o dejen de creer en aquello que elijan, y les permite tomar decisiones basadas en tales creencias, expresándolas, si así lo desean, de manera pública".
Entre los hechos se citan las manifestaciones a raíz de un acto litúrgico multitudinario en la plaza de Colón de Madrid o con motivo de la Nota de la Conferencia Episcopal Española ante las próximas elecciones generales. También se han atacado los símbolos religiosos, se ha editado un manual por una organización juvenil de un partido político “para salirse de la Iglesia” o ha habido insultos a los obispos (como “casposos”, “integristas” o “tenebrosos”). Incluso se ha amenazado con denunciar los Acuerdos Iglesia-Estado o cortar la financiación de la Iglesia.
El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia concluye el informe mostrando su “preocupación ante el retroceso que se ha dado en el respeto debido a las creencias de los ciudadanos” y constata que estas actuaciones parece querer sustituir la conciencia religiosa “por una ideología desde el Estado”.
(Fuente: e-Libertadreligiosa.net)
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