Si leemos, no obstante, su contenido, la cosa ya empieza a cambiar.
¡Lo que da de si la firma de un concordato entre DOS ESTADOS!, ¿verdad?
¿O, tal vez, se referían a ésto?

Que nadie espere encontrar en este pequeño espacio nada más allá de lo ordinario, si por ordinario se entiende lo que este humilde letrado-iletrado puede opinar sobre lo divino y lo humano en el marco de este extraño e inhóspito mundo que nos ha tocado vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario