Sin perjuicio de mis, creo, lógicas reservas, no puedo por menos que congratularme porque por fin la razón se imponga a la sinrazón.
Buena nota deberían tomar aquellos que se autodenominan "progresistas" y que, en realidad, son una ralea de traidores a la Palabra y a la Fe.
Sólo Dios sabe en que acabará todo ésto, pero, al menos, que sirva para diferenciar definitivamente a las ovejas de los lobos.
¡AMÉN....DE LOS AMENES!
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