"La Vanguardia" (5-9-1975)
Lo grave de todo ello, no son sólo los antecedentes terroristas del individuo en cuestión, o que tanto los gobiernos populares como socialistas hayan destinado ingentes cantidades de dinero público a la financiación de su "movimiento", sino que, en el colmo de la estulticia, dicho individuo fue agasajado en el año 1.998 con la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y en el año 1.999, por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, con la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica.
O dicho de otro modo: que para que en este nuestro maravilloso país te reconozcan algún mérito, necesariamente, tienes que ser de izquierdas y, si es posible, de pistola fácil.
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