Vicente Martínez Risco y Agüero
«Los judíos se delatan por su expresión inquieta y a menudo recelosa y dolorosa, por su andar tímido, torpe o sinuoso, por la gesticulación vulgar o excesiva, por su escasa fuerza muscular y por su predisposición a las dolencias cutáneas y nerviosas, la demencia y el suicidio. El judío es cobarde, engañoso, lleno de doblez... un resentido.»
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