Ahora, cuando aún estamos a tiempo, y es el momento de dar la cara, los autodenominados "sindicatos de clase", aquéllos que se distinguen por sobrevivir a costa del erario público, del sudor de la sufrida clase económica a la que dicen y afirman proteger y defender, lejos de dar la cara, comportarse como lo que deberían ser, auténticos valedores de los menos favorecidos, por el contrario, como hijos putativos del Sistema, como hermanastros silenciosos de las clases oligárquicas, como apéndices esclavistas del Estado opresor, miran hacia otro lado con la esperanza de que todo ésto escampe o, en su caso, sacar la mayor tajada con el menor coste.
Sin precedentes se puede calificar dicha traición.
Ahora que están ya montados en el euro, que son macroestructuras político-orgánicas del Sistema, ahora que sus dirigentes son tratados como "colaboradores" y "consejeros" económicos de los indigentes intelectuales de los políticos de turno, ahora, precisamente, es cuando no les interesa dar la cara, pura y llanamente, porque ellos mismos son los corresponsables de este desaguisado.
El sucesivo e incesante goteo de dinero público que va a parar a ciertas arcas inconfesables, determina que nada puede ya justificarse y, en consecuencia, nadie quiere dar la cara....por si algún día se la parten.
Ya va siendo hora que los trabajadores se den cuenta que sólo mediante la autogestión, la autoorganización obrera se puede garantizar la conquista de un nuevo orden político y económico del que, necesariamente, deberán ser desterrados toda esa ralea de chupatintas, ladrones, traidores y cobardes.
¡FRENTE A LA TRAICIÓN, REBELIÓN!
¡LA AUTOGESTIÓN ES LA ÚNICA Y AUTÉNTICA REVOLUCIÓN!
Francisco Pena
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