"NO MOLESTAR"
AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD
jueves, 30 de abril de 2009
LA FIESTA DE LA TORTILLA
Mañana será otro nuevo día.....de fiesta....
Mañana, las conquistas sociales de los trabajadores alcanzarán su cénit cuando los flamantes y afamados dirigentes sindicales recorran las calles de nuestras villas y plazas enarbolando sus pancartas "reivindicativas", cuando no las enseñas de la gloriosa IIª República, ésa en la que, parece ser, según dicen, al igual que en el actual "paraíso socialista", nunca existió ni el paro ni la miseria.
Así, después de llenar el buche, y alguna que otra copita de vino o de lo que se tercie, todos contentos para casita, porque, al fin y al cabo, una cosa es ser proletario y otra muy distinta "liberado sindical".....pues, como en todo, aún hay clases.....
¡CURRANTE, A CURRAR!
SI TAN SEGURO ES EL USO DEL CONDÓN....
...¿POR QUÉ RAZÓN NO SE IMPONE COMO ALTERNATIVA FRENTE A LAS MASCARILLAS COMO MÉTODO SEGURO Y EFICAZ PARA EVITAR EL CONTAGIO Y PROPAGACIÓN DE LA GRIPE PORCINA?.....
....AL FIN Y AL CABO, SEGÚN DICE NUESTRA EMINENTE Y SABIA CLASE POLÍTICA, HASTA ES CAPAZ DE EVITAR EL CONTAGIO DEL SIDA.....
¿A QUE NO HAY "PILINGUINGUIS"?
¡HUY, QUE POCO TALANTE!
Cuando alguien se cabrea tanto........
Lo del "fondo de reserva" espero que no sea como lo de la "reserva de oro" del Banco de España..... porque, según dicen, ha tiempo que empezó a menguar......
¡AY, SI LAS PAREDES HABLASEN!
¡QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE!
Así se las gastaba la izquierda española durante la "sacrosanta y gloriosa" IIª República.
Como podrán deducir, entonces, como ahora, nunca han tenido respeto por la vida de los desposeídos y mucho menos de los inocentes.
¡HASTA POR EL CULO ME CONOCEN!
martes, 28 de abril de 2009
LA DIALÉCTICA DE LA CRUZ Y DE LA ESPADA
“No penséis que vine a traer paz sobre la tierra; no vine a traer paz, sino espada”
(Mateo 10, 34)
(Mateo 10, 34)
Tal vez sea en parte culpa de la Iglesia Católica el hecho de que la comunidad de los mortales sigan creyendo que los santos son aquellos individuos extraños con cara de iluminados y que siempre o casi siempre tienen su mirada absorta en el más allá y coronados por una aureola más o menos elíptica.
Pero tal apreciación, amén de pueril, es ciertamente falsa.
Claros y rotundos ejemplos hemos tenido a lo largo de la historia de la Cristiandad en que los santos del Altísimo, lejos de ser seres extraños o iluminados, más bien eran individuos/as “vulgares”, humildes, que, incluso con defectos, eran capaces de sacar lo mejor de sí mismos, aún a costa de la recalcitrante opinión y oposición de la mayoría.
Se trata, eso sí, de excepciones a la regla y, en consecuencia, de seres extraordinarios pero que aceptan, sin quejarse, el deber que les corresponde.
Y cuando alguien asume un deber, lo hace con el convencimiento de que ha de llevarlo a cabo hasta el final, aún a costa de la oposición, persecución y potencial martirio.
Porque, no nos engañemos, al contrario de otras manifestaciones religiosas y/o políticas, el creyente católico, lejos de sacrificar la vida de los demás, de sus prójimos, por el contrario, como último tributo para con éstos, expone su propia vida, sacrificando su futuro al devenir caprichoso del destino, pero siempre con el norte de la conquista cierta de la Verdad y la Justicia.
Y ése es, precisamente, el signo distintivo de aquéllos que buscan el bien común y no el capricho o la satisfacción personal.
Pero este signo distintivo, lejos de suponer un galardón inmediato, procura un tortuoso camino en el devenir vital de aquél que libre y gozosamente ha optado, después de aceptar su destino, por la lucha sin cuartel contra la farsa, la injusticia y la idolatría.
En muchas ocasiones se han acentuado, entre otras, las virtudes de la paciencia y de la humildad como signos distintivos de aquéllos que buscan la Verdad, como auténticos emblemas de la santidad.
No voy a ser yo, por supuesto, quien niegue tal verdad, Dios me libre, pero es cierto, sin embargo, que tanto una como otra virtud, por no hablar de otras no menos dignas de mención, lejos de entenderse e interpretarse en sus justos términos, en reiteradas ocasiones se les ha otorgado más un rasgo de infantil beatería que de auténticas virtudes teólogo-santificantes.
Ni la paciencia, ni la humildad, como tampoco el resto de las virtudes cristianas, obstan la necesidad de un espíritu combativo y sacrificado.
Es más, lejos de la común y vulgar interpretación, la auténtica dimensión de aquéllas sólo puede entenderse desde la lucha radical y extrema por la conquista segura de los valores perennes que han de guiar y distinguir a toda civilización que se precie.
Por ello, cuando se desvirtúan tales valores, cuando se obvia lo sustancial, cuando se rechaza lo evidente, cualquiera de las virtudes antedichas se han de transformar en auténticas armas arrojadizas que hieran profundamente el alma e, incluso, la piel sensible de los que, bien por error, bien por convicción mal entendida, se oponen a todo aquello que debe servir de sustrato incuestionable de lo que ha de ser una sociedad sana y justa.
Al igual que un padre, por puro acto de amor, primero reprende y luego orienta a sus hijos, aquéllos que han devenido depositarios de la virtud del cumplimiento inexorable de un deber, deben adoptar todas aquellas medidas que sean necesaria para alcanzar el bien común, aún a costa de ciertos, aunque menores, sacrificios.
¿Es acaso lícito callar ante la ignominia del aborto?
¿Existe algún orden humano que pueda exigir silencio ante tamaño y pavoroso crimen?
Nada ni nadie tiene potestad sobre la tierra para hacer callar a alguien que proclama una injusticia, como tampoco ninguno de nosotros podemos desviar la mirada o tapar los oídos ante cualquier acto criminal, injusto o aberrante.
Es por ello que, si bien es loable y aconsejable alzar la cruz como símbolo de la Fe en la que creemos y comulgamos, en igual medida no podemos dejar de blandir con la otra mano el arma que durante siglos ha acompañado y auxiliado a las conquistas más gloriosas de España para la Cristiandad.
En los últimos años estamos asistiendo a un progresivo y cada vez más furibundo ataque contra los católicos y, en general, contra todos aquellos valores que necesariamente son irrenunciables para toda sociedad que se precie civilizada.
Cuando desde el poder se nos exige callar, es precisamente ahora cuando nos corresponde rebelarnos y contraatacar.
Sólo el decidido paso al frente frenará al enemigo.
Sólo la voluntad de acción resuelta de unos pocos garantizará el éxito de nuestra empresa.
Después de haber intentado destruir a la Iglesia desde sus cimientos, ahora creen que están en condiciones de socavar los de una civilización que se sustenta sobre unos pilares que han tardado dos mil años en edificarse.
Pero, ciertamente, están muy equivocados.
Tanto en un caso como en otro, la resistencia y contraataque de los tenaces, de los “santos”, garantizará el triunfo definitivo sobre los bastardos.
Pero, no nos engañemos. Las buenas palabras son importantes, pero la reacción exige el uso de, al menos, la misma fuerza que emplean los enemigos.
Con la espada, pues, lucharemos sin cuartel…..con la cruz, seguro, tendremos la victoria.
Pero tal apreciación, amén de pueril, es ciertamente falsa.
Claros y rotundos ejemplos hemos tenido a lo largo de la historia de la Cristiandad en que los santos del Altísimo, lejos de ser seres extraños o iluminados, más bien eran individuos/as “vulgares”, humildes, que, incluso con defectos, eran capaces de sacar lo mejor de sí mismos, aún a costa de la recalcitrante opinión y oposición de la mayoría.
Se trata, eso sí, de excepciones a la regla y, en consecuencia, de seres extraordinarios pero que aceptan, sin quejarse, el deber que les corresponde.
Y cuando alguien asume un deber, lo hace con el convencimiento de que ha de llevarlo a cabo hasta el final, aún a costa de la oposición, persecución y potencial martirio.
Porque, no nos engañemos, al contrario de otras manifestaciones religiosas y/o políticas, el creyente católico, lejos de sacrificar la vida de los demás, de sus prójimos, por el contrario, como último tributo para con éstos, expone su propia vida, sacrificando su futuro al devenir caprichoso del destino, pero siempre con el norte de la conquista cierta de la Verdad y la Justicia.
Y ése es, precisamente, el signo distintivo de aquéllos que buscan el bien común y no el capricho o la satisfacción personal.
Pero este signo distintivo, lejos de suponer un galardón inmediato, procura un tortuoso camino en el devenir vital de aquél que libre y gozosamente ha optado, después de aceptar su destino, por la lucha sin cuartel contra la farsa, la injusticia y la idolatría.
En muchas ocasiones se han acentuado, entre otras, las virtudes de la paciencia y de la humildad como signos distintivos de aquéllos que buscan la Verdad, como auténticos emblemas de la santidad.
No voy a ser yo, por supuesto, quien niegue tal verdad, Dios me libre, pero es cierto, sin embargo, que tanto una como otra virtud, por no hablar de otras no menos dignas de mención, lejos de entenderse e interpretarse en sus justos términos, en reiteradas ocasiones se les ha otorgado más un rasgo de infantil beatería que de auténticas virtudes teólogo-santificantes.
Ni la paciencia, ni la humildad, como tampoco el resto de las virtudes cristianas, obstan la necesidad de un espíritu combativo y sacrificado.
Es más, lejos de la común y vulgar interpretación, la auténtica dimensión de aquéllas sólo puede entenderse desde la lucha radical y extrema por la conquista segura de los valores perennes que han de guiar y distinguir a toda civilización que se precie.
Por ello, cuando se desvirtúan tales valores, cuando se obvia lo sustancial, cuando se rechaza lo evidente, cualquiera de las virtudes antedichas se han de transformar en auténticas armas arrojadizas que hieran profundamente el alma e, incluso, la piel sensible de los que, bien por error, bien por convicción mal entendida, se oponen a todo aquello que debe servir de sustrato incuestionable de lo que ha de ser una sociedad sana y justa.
Al igual que un padre, por puro acto de amor, primero reprende y luego orienta a sus hijos, aquéllos que han devenido depositarios de la virtud del cumplimiento inexorable de un deber, deben adoptar todas aquellas medidas que sean necesaria para alcanzar el bien común, aún a costa de ciertos, aunque menores, sacrificios.
¿Es acaso lícito callar ante la ignominia del aborto?
¿Existe algún orden humano que pueda exigir silencio ante tamaño y pavoroso crimen?
Nada ni nadie tiene potestad sobre la tierra para hacer callar a alguien que proclama una injusticia, como tampoco ninguno de nosotros podemos desviar la mirada o tapar los oídos ante cualquier acto criminal, injusto o aberrante.
Es por ello que, si bien es loable y aconsejable alzar la cruz como símbolo de la Fe en la que creemos y comulgamos, en igual medida no podemos dejar de blandir con la otra mano el arma que durante siglos ha acompañado y auxiliado a las conquistas más gloriosas de España para la Cristiandad.
En los últimos años estamos asistiendo a un progresivo y cada vez más furibundo ataque contra los católicos y, en general, contra todos aquellos valores que necesariamente son irrenunciables para toda sociedad que se precie civilizada.
Cuando desde el poder se nos exige callar, es precisamente ahora cuando nos corresponde rebelarnos y contraatacar.
Sólo el decidido paso al frente frenará al enemigo.
Sólo la voluntad de acción resuelta de unos pocos garantizará el éxito de nuestra empresa.
Después de haber intentado destruir a la Iglesia desde sus cimientos, ahora creen que están en condiciones de socavar los de una civilización que se sustenta sobre unos pilares que han tardado dos mil años en edificarse.
Pero, ciertamente, están muy equivocados.
Tanto en un caso como en otro, la resistencia y contraataque de los tenaces, de los “santos”, garantizará el triunfo definitivo sobre los bastardos.
Pero, no nos engañemos. Las buenas palabras son importantes, pero la reacción exige el uso de, al menos, la misma fuerza que emplean los enemigos.
Con la espada, pues, lucharemos sin cuartel…..con la cruz, seguro, tendremos la victoria.
¡Amén!
¿CUÁNTAS MEJILLAS TENEMOS?
Después de la cobarde y brutal agresión a un voluntario de DAV, continúan haciéndose pintadas como la de la foto......
Resulta palmario que todo ésto no son hechos aislados, sino perfectamente programados desde el poder que, al igual que sucedió en los últimos años de la IIª República, pretenden de nuevo, no sólo enfrentar a los españoles, sino, y fundamentalmente, acabar con los católicos.
Creo, sin temor a equivocarme, que estamos a tiempo de la reacción, de una reacción clara, decisiva y contundente, de una reacción que deje claro al poder y a sus lacayos que nosotros, los cristianos, no vamos a dejar que apaleen, insulten o, en su caso, asesinen a nuestros hijos y esposas.
Es menester retomar, sin ambages, la otrora gloriosa y eficaz dialéctica: la de la Cruz y la Espada.
¡NI OLVIDO, NI PERDÓN!
lunes, 27 de abril de 2009
CAUSA-EFECTO
http://www.hazteoir.org/node/19997
Después de llamamiento público e implícito hecho por la Sra. Mnistra, Doña Bibiana Aído, para exigir el silencio de los católicos ante el genocidio del aborto, sus cachorros no han tardado en obedecer ciegamente la consigna y han actuado con la inmediatez y la cobardía del que se sabe protegido y subvencionado.
Porque, al efecto, es menester significar que varios de los cobardes agresores pertenecen a asociaciones "culturales" subvencionadas con dinero público con las que, además, algún que otro cargo político socialista importante de Galicia tiene una "especial relación".
No voy a ser yo quién desde aquí diga lo que ha de hacerse por parte de las asociaciones "Hazte Oir" y "Derecho a Vivir", pero creo que ya va siendo hora que ciertos sectores de la Iglesia Católica se den cuenta de que bien está poner la mejilla, pero, una vez puestas las dos, nada nos impide reaccionar de manera clara y contundente.
Parece que el Gobierno y muchos de sus lameculos quieren rememorar el 36..... muy bien, allá ellos...... por ello creo que aún estamos a tiempos de adoptar la dialéctica de la cruz y de la espada.
Francisco Pena
Después de llamamiento público e implícito hecho por la Sra. Mnistra, Doña Bibiana Aído, para exigir el silencio de los católicos ante el genocidio del aborto, sus cachorros no han tardado en obedecer ciegamente la consigna y han actuado con la inmediatez y la cobardía del que se sabe protegido y subvencionado.
Porque, al efecto, es menester significar que varios de los cobardes agresores pertenecen a asociaciones "culturales" subvencionadas con dinero público con las que, además, algún que otro cargo político socialista importante de Galicia tiene una "especial relación".
No voy a ser yo quién desde aquí diga lo que ha de hacerse por parte de las asociaciones "Hazte Oir" y "Derecho a Vivir", pero creo que ya va siendo hora que ciertos sectores de la Iglesia Católica se den cuenta de que bien está poner la mejilla, pero, una vez puestas las dos, nada nos impide reaccionar de manera clara y contundente.
Parece que el Gobierno y muchos de sus lameculos quieren rememorar el 36..... muy bien, allá ellos...... por ello creo que aún estamos a tiempos de adoptar la dialéctica de la cruz y de la espada.
Francisco Pena
viernes, 24 de abril de 2009
UNA ACERTADA REFLEXIÓN.....
Efectivamente, Sr. Presidente......en el fondo todos sabemos que usted es una "lumbrera"......otra cosa es nuestra opinión personal sobre su catadura moral.....
¡¡A LA MIERDA!!
A/A DE DOÑA BIBIANA.....
Inestimada Sra.:
Permítame un consejo de "perro viejo", no sólo por razón de edad, sino, y fundamentalmente, por razón de experiencia jurídica......
Cuando alguien critica a alguien, debe saber a quién está realmente criticando o insultando.
Así, cuando usted critica la actitud de la Iglesia Católica está, en puridad, criticando al Cuerpo Místico de Cristo, es decir, a todos y cada uno de los miembros de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana; en definitiva, entre otros, y sólo a título de ejemplo: al que suscribe, a mi esposa y a mi hijo....por no hablar del resto de mi parentela que se afirman y confiesan católicos.
Y como yo, al igual que usted, ya estoy condenado a los Infiernos, y, por lo tanto, a salvo una gracia especial a instancia de la Santísima Vírgen, nos veremos obligados a encontrarnos en el Infierno, no tengo ningún inconveniente a mandarle, sin ningún pudor moral y/o político, que se vaya usted a la mierda.
En cualquier caso, y como Católico, aunque condenado que ya estoy, y en ejercicio de mi "sacrosanta" libertad de expresión (aunque a usted le duela), sobre todo teniendo en cuenta que soy un auténtico maleducado.......le informo que los Católicos, Apostólicos y Romanos hablamos del Aborto como crimen y genocidio, porque, amén de ser Verdad, simplemente, nos sale de los cojones....
Atentamente: Un jodido y sufrido contribuyente que, entre otras lindezas, satisface, aunque a regañadientes, su, seguro, suntuoso salario.
¡¡A LA MIERDA!!
¡OJO CONTRA QUIÉN DIRIGIMOS EL PUNTO DE MIRA!
Los sindicatos traidores, con el fin de justificar su rotundo fracaso y su connivencia con el Sistema, ahora dirigen su punto de mira contra los más humildes entre los humildes, pretendiendo justificar lo injustificable: que el paro, en último término, es culpa de los inmigrantes.
Es el propio Sistema fascista, ése que subvenciona, multimillonaria e incomprensiblemente, a los sindicatos y a las organizaciones empresariales, el responsable mediato e inmediato del incremento del paro y de la precariedad.
Ya lo advertimos en su dia: el fenómeno migratorio es un proceso programado con el fin de garantizar la explotación de los trabajadores, mediante el abaratamiento del coste de mano de obra y, en consecuencia, el incremento inmoral y exponencial de los beneficios.
Pero TODOS los trabajadores, nacionales y no nacionales, son VÍCTIMAS DEL SISTEMA.
No seamos perros falderos.....
¡MUERTE AL SISTEMA!
¡¡REBELIÓN!!
4.010.700 MOTIVOS PARA LA REBELIÓN
Ya lo advertimos......ésto es sólo el principio.....
¿Y quiénes son los auténticos responsables?
Un gobierno inepto......
Una clase política corrupta.....
Una clase empresarial egoísta....
Una clase sindical traidora a los trabajadores....
Frente a tan gravísima situación, sólo la rebelión cívica es la única garantía para erradicar a los parásitos, acabar con el Sistema y conquistar la auténtica Justicia Social.....
¡MUERTE AL SISTEMA!
¡¡REBELIÓN!!
miércoles, 22 de abril de 2009
OTRO "INTELECTUAL" DEL SISTEMA FASCISTA
No sólo no tiene ni puñetera idea de lo que dice sino que además, en el colmo de la estulticia, es un hipócrita.
¿Y éstos son los que afirman defender la Democracia y los Derechos Humanos?
¡¡¡SOIS MIERDA!!!
martes, 21 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
LOS NUEVOS REPRESORES DEL ESTADO FASCISTA
http://www.elconfidencialdigital.com/Articulo.aspx?IdObjeto=20381
Constitución Española:
Artículo 20.1.a): "Se reconocen y protegen los derechos....a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones......"
La actitud del Sr. Vadillo y de sus responsables subordinados conculca gravísimamente la vigente Constitución Española y uno de los derechos y libertades fundamentales que forman parte del acervo de todo Estado que pretenda ser o se autodenomine democrático.
Y no olvidemos un detalle: ningún funcionario está obligado a acatar ninguna orden o directriz que conculque de manera tan palmaria el vigente Ordenamiento Jurídico y, tal como es el presente caso, un derecho tan fundamental, inalienable e inviolable, cual es la Libertad de Expresión.
Es más, tienen el deber jurídico de denunciar el hecho ante la autoridad judicial competente.
En consecuencia, todos aquéllos que hayan participado en la ejecución de semejante orden o directriz son corresponsables de tan gravísimo e ilícito comportamiento antidemocrático.
¡¡¡FASCISTAS!!!
miércoles, 15 de abril de 2009
HABLANDO DEL 14 DE ABRIL.....
José Antonio Primo de Rivera
Católico, español y mártir
"...Los hombres del 14 de abril tienen en la Historia la responsabilidad terrible de haber defraudado otra vez la revolución española. Los hombres del 14 de abril no hicieron lo que el 14 de abril prometía, y por eso ya empiezan a desplegarse frente a ellos, frente a su obra, frente al sentido prometedor de su fecha inicial, las fuerzas antiguas. Y aquí sí que me parece que entro en un terreno en que todo vuestro silencio y toda vuestra exactitud para entender van a ser escasos. Dos órdenes de fuerza se movilizan contra el sentido revolucionario frustrado el 14 de abril: las fuerzas monárquicas y las derechas afectas al régimen. Fijaos en que ante el problema de la Monarquía, nosotros no podemos dejamos arrastrar un instante ni por la nostalgia ni por el rencor. Nosotros tenemos que colocamos ante ese problema de la Monarquía con el rigor implacable de quienes asisten a un espectáculo decisivo en el curso de los días que componen la Historia. Nosotros únicamente tenemos que considerar esto: ¿Cayó la Monarquía española, la antigua, la gloriosa Monarquía española, porque había concluido su ciclo, porque había terminado su misión, o ha sido arrojada la Monarquía española cuando aún conservaba su fecundidad para el futuro? Esto es lo que nosotros tenemos que pensar, y sólo así entendemos que puede resolverse el problema de la Monarquía de una manera inteligente.
Pues bien: nosotros — ya me habéis oído desde el principio — , nosotros entendemos, sin sombra de irreverencia, sin sombra de rencor, sin sombra de antipatía, muchos incluso con mil motivos sentimentales de afecto; nosotros entendemos que la Monarquía española cumplió su ciclo, se quedó sin sustancia y se desprendió, como cáscara muerta, el 14 de abril de 1931. Nosotros hacemos constar su caída con toda la emoción que merece y tenemos sumo respeto para los partidos monárquicos que, creyéndola aún con capacidad de futuro, lanzan a las gentes a su reconquista; pero nosotros, aunque nos pese, aunque se alcen dentro de algunos reservas sentimentales o nostalgias respetables, no podemos lanzar el ímpetu fresco de la juventud que nos sigue para el recobro de una institución que reputamos gloriosamente fenecida...."
Pues bien: nosotros — ya me habéis oído desde el principio — , nosotros entendemos, sin sombra de irreverencia, sin sombra de rencor, sin sombra de antipatía, muchos incluso con mil motivos sentimentales de afecto; nosotros entendemos que la Monarquía española cumplió su ciclo, se quedó sin sustancia y se desprendió, como cáscara muerta, el 14 de abril de 1931. Nosotros hacemos constar su caída con toda la emoción que merece y tenemos sumo respeto para los partidos monárquicos que, creyéndola aún con capacidad de futuro, lanzan a las gentes a su reconquista; pero nosotros, aunque nos pese, aunque se alcen dentro de algunos reservas sentimentales o nostalgias respetables, no podemos lanzar el ímpetu fresco de la juventud que nos sigue para el recobro de una institución que reputamos gloriosamente fenecida...."
(José Antonio Primo de Rivera, 19de mayo de 1.935)
¡EL QUE TENGA OÍDOS, QUE OIGA!
martes, 14 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
VA POR LOS COBARDES, POR LOS TRAIDORES Y DEMÁS "CHACONES LAMECULOS" BASTARDOS
¡VIVA LA LEGIÓN ESPAÑOLA!
¡VIVA EL AUTÉNTICO EJÉRCITO ESPAÑOL!
¡VIVA CRISTO REY!
martes, 7 de abril de 2009
PÍO XII Y EL HOLOCAUSTO
http://www.youtube.com/watch?v=JYuOWLdqP48&feature=related
¿DÓNDE ESTÁN AHORA LOS CALUMNIADORES?
¿ACASO SON TAN COBARDES QUE NO PUEDEN DAR LA CARA Y RECONOCER QUE HABÍAN MENTIDO?
¡¡BASTARDOS!!
¿DÓNDE ESTÁN AHORA LOS CALUMNIADORES?
¿ACASO SON TAN COBARDES QUE NO PUEDEN DAR LA CARA Y RECONOCER QUE HABÍAN MENTIDO?
¡¡BASTARDOS!!
SI EL DISCÍPULO NO ES SUPERIOR AL MAESTRO....
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