Existe un personajillo, muy propio de la época escolar, que casi nunca hace nada malo, que en el fondo es un buen chico, pero que tiene la mala suerte de salir en la foto cuando los demás ya han dejado de hacer el gamberro.
Como yo no soy cruel, no me gusta calificarlo de tontito, pero, ciertamente, no tiene el don de la lucidez mental.
Y, lo siento, pero a mi ese personaje me recuerda mucho al Sr. Blanco que, aunque no lo parezca, su cara es fiel reflejo de su poca sagacidad intelectual.
Algunos me argumentarán que, lejos de ser así, el Sr. Blanco lo que está demostrando con creces es que es más listo de lo que parece....pero me temo que los hechos son incontestables....y el que nace tontito, generalmente, a salvo milagro de por medio, sigue por el mismo camino.
No le voy a negar su tremenda habilidad para llegar a los más altos puestos de la Nación sin tener el más mínimo mérito personal e intelectual, y sin pegar un palo al agua, pero éso no es nada nuevo, pues es muy propio de la izquierda nacional, pues claros y notables ejemplos tenemos entre las Pajines y demás "miembras" y miembros de los suecesivos desgobiernos socialistas, por no hablar del gilipollas de su jefe.
El problema del Sr. Blanco, como el de casi todos los tontitos que van de listos por la vida, es que creen que tratar con sinvergüenzas no les convierte en idem, porque, pura y simplemente, piensan, ilusos ellos, que aquéllos, los realmente listos, se lanzan a pecho descubierto sin cubrirse las espaldas.
Después de negarlo todo por activa y por pasiva.
Después de recurrir a las cloacas de la indigencia intelectual de unos que se dicen de la inteligencia nacional.
Después de justificar lo injustificable.
Va y ahora resulta que el supuesto tonto del bote, el de los antecedentes penales, ése del que uno no se podía fiar, ya venía de vuelta cuando el Sr. Pepiño creía haber llegado.
Y ahora surgen unas cintas, fiel reflejo de lo que aquél afirma y éste niega.
Y saldrá más mierda, sino a tiempo.
Y todo, porque el Sr. Blanco, "Don Pepiño", cree que es el más listo de la clase.....aunque al final, cuando llega el profesor y todos han callado, aparece él al fondo saltando como una rana...para luego afirmar, con cara de sorpresa, que él no fue.
El mismo que dicen, que dijo, pues alguien debe tener algo que lo avala, aunque todavía no haya salido a relucir, aquello de que "se han tragado la pista islamista".....
¡Ay Pepiño, Pepiño!
....y lo que te queda....
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