AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD

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viernes, 21 de octubre de 2011

¿A QUÉ JUEGA RAJOY?

Una "conferencia internacional", auspiciada y financiada por no se sabe quién.....
Un comunicado de una organización terrorista que transcribe, textualmente, parte de las conclusiones de la "conferencia internacional".....
Una organización marxista-leninista que, sin autodisolverse, cesa en el uso de las armas....
Una organización marxista-leninista que, sin alcanzar teóricamente sus objetivos, cesa en el de las armas....
Y ahora nos viene a decir el Sr. Rajoy (eso sí, después de hablar con el Sr. Zapatero) que no ha habido, ni habrá concesiones políticas.....
¿Está de coña, es tontito o es que es parte del pastel?
Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Nota: Lo único bueno es que, al menos a corto plazo, nadie apretará el gatillo......o eso dicen....

4 comentarios:

Deolavide dijo...

Este proceso, de “paz” condicionada, de “paz” para cobardes, ha traído una sola consecuencia favorable. Rajoy se ha mostrado finalmente como lo que es: un colaboracionista miserable. Lo malo es que, sus palabras de ayer, no son más que la expresión de su compromiso de colaboración (cuando sea Presidente) con el “proceso” llamado de “paz” (de liquidación de España, en realidad).
Para qué perder el tiempo en más análisis.

Francisco Pena dijo...

Por algo dicen que, al igual que sucedió allá por la "gloriosa" IIª República, la Masonería, con uno de sus objetivos prioritarios, cual es desmembrar a España, ya está infiltrada en todas las esferas del poder y, en consecuencia, en todos los medios que lo representan: partidos políticos, sindicatos, organismos públicos y, en muchos casos, privados, judicatura.....
Por cierto, camarada, te he echado mucho de menos, ya era hora que te pasases por aquí.
Nota: No puedo acceder a tu página....sólo pueden acceder, según dice, invitados.....¡por fa!

Deolavide dijo...

Aunque no comente, os sigo leyendo.
En realidad, he cerrado mi blog. No puedo atenderlo como es preciso.
Un saludo.

Antonio dijo...

Nunca pensé que llegaría a echar de menos su famoso "ni si, ni no, ni todo lo contrario". Pues está claro, juega a asegurar votos de una sociedad con síndrome de Estocolmo.