AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD

AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD

jueves, 21 de junio de 2012

PLATÓN Y SUS RAZONES



Entre rescates, préstamos y corralitos anda el mundo ya ha tiempo desbocado, buscando, tal vez, una explicación a todo, cuando todo tiene, sin duda, una explicación.
Y la explicación, señores, es bien sencilla: nada, en el fondo, es verdad….y si lo es, apenas queda tiempo para asimilarla, puesto que lo que era verdad hace tan sólo 24 horas, resulta que, a la postre, no era del todo cierto.
Entre primas de riesgo, como si las parientes en cuarto grado colateral tuvieren alguna culpa de algo, descubiertos varios y, cómo no, subvenciones multimillonarias, sobre todo a aquéllos que dicen defender los intereses del pueblo, así andamos, que no es poco con lo cae, los españolitos de a pie, aunque unos seamos del norte, otros del sur y, algún que otro despistado, del medio oriente.
 En cualquiera de los casos, el caso es que nadie hasta la fecha nos ha explicado el meollo de la cuestión.
 Sin los bancos no tienen dinero, a pesar de que nosotros, muy sufridamente, lo hemos allí depositado.
Si, a pesar de ello, a su vez, dicen, deben a otros bancos lo que, en su día, pidieron prestado, tal vez para pagar alguna deuda, deuda, en todo caso, al menos en mi caso, de la que nunca he sido acreedor, más bien deudor. La cuestión angustiosa que se debate entre mi cuerpo ya casi marchito, y mi alma, más sucia que nunca, es: si tal es la condición, ¿quién coño tiene el dinero?
O dicho en “román paladino”: si unos prestan a otros, y otros deben a unos, y, a su vez, estos otros son acreedores de aquéllos, a quién puedo yo reclamar mi dinero que, a pesar de lo que muchos pudieren pensar, incluso la temible Hacienda, me ha costado sudor, lágrimas y algún que otro cabreo, conseguir.
Pero lo más sorprendente, señores, no es que todo esto se llame crisis, sino que tanto unos como otros nos pretenden convencer que sólo se trata de éso, es decir, una mera cuestión de tránsito, no se sabe si para bien o para mal, pero, por lo que insinúan, unos y otros, desde luego no para mejor.
No nos dejemos engañar, pues la Historia, con mayúsculas, es siempre fuente o garantía de acierto.
Su carácter cíclico, su obstinada certeza, al final nos llevarán a la única conclusión posible: que todo esto, lo de la crisis y demás, ya ha tiempo que se viene cociendo por los de siempre.
¿Con qué fin? ….. dirán algunos….pues con el que siempre ha movido este mundo y sus más bajas pasiones: el de la ambición desmedida por el poder, el dinero y la humillación del prójimo.
No, no se engañen. No tengo vocación de profeta, ni lo soy, pero la Historia, con mayúsculas, siempre llega a la misma e ineludible conclusión en cuanto a la concatenación sistemática de hechos: crisis, hambre, guerra y más hambre….y, mientras, otros, unos pocos, son cada vez más ricos y con mayor poder, otros, por el contrario, una ingente masa cada día más informe…..sobre todo por su extensión….es sistemática e indefectiblemente más paupérrima.
Unos dijeron, en su día, que el marxismo había muerto….
Otros afirmaron, sin ningún rubor, que el nacionalsocialismo feneció allá por el año 1945…..
Otros, sin ningún rubor, afirman que la solución está en la globalización….
Pero, al final, sea cual sea la careta, los hechos serán los mismos, los de siempre: crisis, hambre, guerra y más hambre.
¿Que no me creen?.
Esperen unos pocos meses, tal vez años….a lo mejor, alguno no llegamos a verlo, por lo de que nunca se sabe….pero como bien dijo un día el Vicario de Cristo: “cannis debent latrare”…..es decir….todo está, más o menos, en sazón….
Para algunos, lo de las revoluciones árabes es pura casualidad, incluso las califican de lógica reacción “popular” frente a los opresores de sus pueblos…..ésos mismos que la internacional socialista, no exenta de apoyo unánime, o casi unánime, de la “sacrosanta” ONU, hasta no ha poco tiempo amparaban en el poder…..los mismos que hacían tratados con éstos o aquéllos, en función de los intereses económicos subyacentes de turno…los mismos que eran hoy amigos y mañana enemigos, en función de la necesidad de conflictos o paces….
Nada es casual, amigos míos….y, si no me creen….esperen tan sólo un poco….
No ha mucho, algunos se admiraban, cuando no reían por mi loca obsesión (decían) por la curiosa reciente amistad (no hace más de 20 años) entre Rusia, “excomunista”, y la China, “sociocapitalistamaoista”…..
Si a ello unimos la destrucción de las entidades nacionales europeas….la ruptura de barreras económicas….y la libre circulación de la miseria…..nada obsta a la generalización de un próximo, por no decir, inminente, conflicto armado global…..
Sólo hace falta la chispa….
Lo digo ahora para que luego no digan que no lo dije: Siria e Israel.
A partir de ahí, “camaradas”, agárrense los machos porque vienen curvas cuesta abajo…..
Pero, no se preocupen…..todo tiene solución…..mientras, como insinuaba Platón…no crean al que viene de fuera de la caverna….todos felices…..

¡Amén!

LOS ASESINATOS DEL FRENTE POPULAR

Andreu Nin Pérez (1896-1937)
Secretario General del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista)
Torturado y asesinado por fuerzas del Frente Popular el día 22 de Junio de 1.937

viernes, 1 de junio de 2012

¿CARIDAD O SOLIDARIDAD?


Beato Padre Damián de Molokai

Misionero SS.CC. (1840-1889)

En este mundo, dicen, globalizado, en el que los conceptos y circunstancias parecen compartirse sin ningún disimulo, resulta poco gratificante que nadie se pare a meditar el auténtico significado de las palabras que tan gratuitamente salen de nuestra boca, y no siempre con la debida medida de aplicación.
Hasta en el seno de la Iglesia Católica, incluso por muchos de sus conspicuos Príncipes, se utiliza indiscriminadamente un término u otro, según sea el interlocutor de turno y, sobre todo, según la necesaria corrección política exigible en cada momento.
Me temo, sin embargo, que pocos entienden o, lo que es peor, quieren entender que la solidaridad no necesariamente implica caridad.
O si se prefiere: que una cosa es simpatizar con una causa y otra muy distinta entregarse plenamente con los que la sufren.
La sutil diferencia radica en que no toda solidaridad exige la entrega de la vida hasta el extremo, frente a la caridad que, necesariamente, la obliga.
La solidaridad o simpatía no supone, como muchos creen, la asunción de las consecuencias a las que se ven abocados los que son o pueden ser potencial objeto de aquélla, más bien tal sacrificio es propio de la condición que subyace en la original Virtud Teologal que, como bien ya se dijo hace dos mil años, exige amar a los demás, incluso a los enemigos, como a uno mismo.
Podemos sentir simpatía o solidaridad por la supervivencia del búho real o por la víctima de un desahucio, pero en cualquiera de los casos, sobre todo en el segundo, la caridad exige, además, sufrir con él hasta las últimas consecuencias.
Para aquellos, pues, que crean que ser solidario es sinónimo de entrega y valor, siento decepcionarles, porque se puede ser tan perfectamente solidario desde la cómoda poltrona casera como desde el interior de la algarabía callejera, pues, al fin y al cabo, la solidaridad sólo exige adhesión, no entrega o coparticipación.
Por el contrario la Caridad, con mayúsculas, exige el compromiso de entrega incondicional, sin esperar nada a cambio, incluso el resultado positivo de la lucha o de la causa.
Si la entrega es con el que sufre, con él habrá que estar cuando llegue el peor momento, sufriendo, en las propias carnes y bolsillos, las consecuencias irremediables del apoyo sin restricciones.
Pero, ¿a quién interesa, entonces, tal confusión de criterios o conceptos?
Pues a los mismos que promueven y siguen promoviendo que el bien consiste en no hacer el mal, aun no haciendo el bien.
En este mundo globalizado hipócrita, que se aprovecha cada día más de la progresiva e imparable ignorancia del vulgo, ése que es feliz con tal de que le proporcionen putas (tanto de uno como del otro sexo, incluso intermedio), drogas y fútbol, en cualquiera de sus variantes más o menos conocidas, ése que es capaz de asumir que las clases política, banquera y sindical siguen en continua lucha (como si alguna vez lo estuviesen), pues ese mundo, cuya filosofía descansa en la insensatez, que no ignorancia, de los que hacen sonar sus bolsillos como sonajeros para atraer a la masa innoble de borregos, es el mismo que nos dice que ser solidarios es sinónimo de tranquilizar las conciencias a base de levantar el puño, hacer un ingreso periódico en una cuenta corriente o, simplemente, poner una sonrisa de oreja a oreja para salir bien guapitos en la caja tonta.
¡Que no, señores, que no!

Que la solidaridad está muy bien para los bailes de salón, ésos que organizan con gran pompa y boato los amiguetes de la farándula, de las casas reales indoeuropeas o las ex recauchutadas que publicitan bombones de chocolate, ésos que sólo salen después del verano.
Si quieren algo serio, acuérdense de los que día tras día, hora tras hora, están con los que sufren, con los que tienen la boca rodeada de moscas, a los que esperan los buitres volando en círculos concéntricos....lo demás,, todo lo demás, es puro cuento....
Miren ambas fotos con detenimiento......tal vez la apariencia del primero, aquél que sufrió en sus propias carnes la enfermedad de los que fueron sus hijos por amor a Cristo, no sea tan "beautiful" como la de los segundos......pero es la distancia abismal que reside en el corazón de unos y otros....de los que viven del cuento....y de los que para ellos la vida no es cuento.....
Claro que para ésto, como para todo, hay que tener arrestos......

Francisco Pena