Dícese de la que sin contar con el beneplácito de la reina consorte y de su pueblo, que al fin y al cabo ni la conoce, hace las delicias del reinante a costa de la humillación de una estirpe que lejos de ostentar sangre azul, son hijos bastardos de los que siempre han sentido querencia por el alcohol, las hembras de licenciosa vida y, en algún que otro caso, por jovencitos de dudosa castidad.
Entre la curiosidad y el morbo, entre el escándalo y el falso decoro, ahora resulta que todo el mundo habla de la innombrable, cuando es el último eslabón en la cadena de una incontable retahíla de mancebas que siguen la gloriosa tradición de las muy nobles casas reales europeas que, por aquello de casarse con la más profesional, prefieren, con dispendio de las arcas del Estado, a otras no menos profesionales, no por ello, conforme al tan cacareado principio de igualdad, menos lustrosas que aquélla.
En fin, lo mismo de lo mismo, lo de siempre....¿acaso no decíamos, no ha mucho tiempo, que la vida de puertas para adentro, no tenía nada que ver con la actividad pública?....¿qué criticamos pues?....ésto, como siempre, es lo de siempre: la legal en casa y la puta para todo aquello que se estime menester.....mientras que el cuerpo aguante.....
Amén....de los amenes...