AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD

AQUÍ NO HAY NEUTRALIDAD

viernes, 27 de junio de 2008

QUE CADA CUAL ASUMA SU RESPONSABILIDAD

Constitución Española

Artículo 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…..
Artículo 8:
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Artículo 30:
1. Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España…

Francisco Pena

¿ES RENTABLE LA "LUCHA ARMADA"?



A pesar de los continuos mensajes negativos de los dirigentes políticos del Sistema que otorgan el calificativo de infructuosa a la acción armada de los diferentes grupos u organizaciones terroristas, lo cierto es que, al día de hoy, los hechos parecen no darles la razón.
Durante más de treinta años, la organización terrorista E.T.A. ha utilizado como mecanismo de lucha la acción armada, lo que, si bien le ha supuesto una suma notable de enemigos, si embargo, poco a poco, le ha beneficiado en la sucesiva suma e incorporación de adeptos y/o, al menos, simpatizantes.
Y a los hechos me remito.
La reciente votación en el Parlamento Europeo sobre el llamado “conflicto vasco”, evidencia que una gran parte de la “opinión pública” se ha decantado a favor de la meritada organización terrorista y de los que, expresa o implícitamente, la apoyan o, en cualquier caso, suscriben cualquiera de sus objetivos, entre los que se incluye la negociación y ulterior claudicación del Estado.
Resulta palmario que hoy, a la postre, el único sector triunfante haya sido el sector nacionalista: la anti-España.
La claudicación, sin precedentes, a la acción armada ha convertido dicha vía en una de las más rentables, políticamente hablando, que hay en el mundo.
Si bien es cierto que organizaciones terroristas como “Al Qaeda”, “Hamas” o la “Yhad Islámica” son, reiteradamente, vituperadas, condenadas y perseguidas; sin embargo, la realidad incuestionable es que con su actuación armada han conseguido que miles, por no hablar de millones, de hombres y mujeres hayan “justificado”, en último término, al menos, parte de los fines que persiguen y, en consecuencia, las causas de sus orígenes.
No quiere decir con ello que, por ejemplo, los atentados de las “Torres Gemelas” hayan sido justificados por la comunidad internacional pero, al menos, se les ha relacionado, implícitamente, con el conflicto árabe-israelí y, en consecuencia, se ha “dulcificado”, ya intencionadamente o no, la auténtica dimensión del terror provocado.
Lo mismo sucede en la zona de oriente medio. Si bien todo el mundo condena los actos terroristas, sin embargo, inexplicablemente, se grava más la actuación militar israelí que cualquier masacre en el centro de Jerusalén o cualquier otra ciudad de Israel provocada por una u otra organización terrorista islámica.
Da la sensación, en definitiva, que los políticos del Sistema, en mayor o menor medida, utilizan la acción armada de grupos antisistema para conseguir, al menos, parte de sus fines.
Es un hecho incuestionable que todas las grandes potencias, en algún momento de la historia, han utilizado para su propio beneficio la acción armada de grupos insurgentes u organizaciones terroristas.
Tenemos numerosos ejemplos a lo largo y ancho del mundo: Hispanoamérica, África, Asia y, en alguna que otra ocasión, Europa.
A veces la vinculación llega a ser tal que hasta efectivos militares de la eventual potencia intervienen, con mayor o menor entrega, en acciones militares en territorio extranjero.
Sin embargo, recientemente, y aunque no exentos de intervención militar, lo cierto es que la tendencia última es “utilizar” la acción de organizaciones o grupos terroristas para la consecución de fines políticos nacionales y concretos.
Todo esto sería, hasta cierto punto compresible, dentro de la lógica de la confrontación política con el adversario, en cuanto a la crítica por sus fracasos, si no fuera porque, en alguna que otra ocasión, dicho “servicio”, oficialmente casual, es, extrañamente, compensado a corto o a medio.
Y, a toro pasado, si se empieza a “hilar” hechos, en principio, anecdóticos, con resultados, aunque imprevisibles, ciertos, resulta, a la postre, que, tal vez, la casualidad, en política, no sea, ciertamente, una excepción.
Resulta así, por ejemplo, sospechosamente “casual” que los únicos colectivos beneficiados desde la llegada del PSOE al poder hayan sido, precisamente, colectivos implicados, en mayor o menor medida, con la masacre del 11 de marzo de 2.004.
Resulta curioso que, a pesar de la incipiente persecución contra los cristiano-católicos en España, por el contrario, la comunidad musulmana y los cristianos no católicos que, curiosamente, acreditan, cada día, una mayor beligerancia con la Iglesia Católica, sean, precisamente, los grupos religiosos más favorecidos.
Así, frente a la tendencia a erradicar la formación católica de las escuelas, ya públicas, ya concertadas, paralelamente, se favorece y se financia, no lo olvidemos, con fondos públicos, el incremento de la enseñanza de la religión mahometana en dichos centros educativos.
Paralelamente, encontramos la recalcitrante actitud del Presidente del Gobierno y sus ayudantes en satisfacer, a toda costa, los intereses de los grupos u organizaciones radicales nacionalistas.
Hechos tan graves como la reciente renuncia de un representante del Ministerio Público por negarse a reducir (sin motivo jurídico alguno) la petición de pena al Sr. De Juana Chaos, como la “atribución” injustificada de jurisdicción del Sr. Garzón, hoy, poco sospechoso de ser independiente, para la “valoración” de los informes periciales del famoso “ácido bórico”, resulta, a la postre, que más que garantizar la seguridad del Estado y sus ciudadanos, lo que, en realidad, se persigue es la claudicación del mal llamado Estado de Derecho, su rendición incondicional a los asesinos, y el pago de algún que otro favor que, con el tiempo, parece, se va clarificando.
Pero quién paga favores es porque tiene deudas.
Y aún admitiendo, como afirman algunos, la intervención de E.T.A. en los atentados del 11 de Marzo de 2.004, ¿se puede calificar dicha intervención como un “favor”?.
Tal vez estemos en los últimos meses en los que podamos divulgar nuestras opiniones, más o menos, libremente.
Tal vez, en no muy largo plazo, nos acusen de esta u otra cosa.
Tal vez, incluso, nos calumnien impunemente, sin derecho a la más mínima defensa.
Pero lo cierto es que al final, tarde o temprano, pagará el que haya de pagar.
Tarde o temprano se hará Justicia.
Tarde o temprano el velo de la ignorancia será desvelado.
Tarde o temprano, en fin, se verá quién es y quién no es en este juego “democrático” que tanto gusta a nuestra conspicua “clase política” nacional, ésa que ha vivido, vive y, si Dios no lo remedia, vivirá a costa del sufrido ciudadano de a pie, al que, para mantener a toda esta clase de mamones, chupatintas, lameculos y demás fauna ibérica, tiene que ponerle buena cara el jefe de turno para suplicarle que no le despida, no vaya a ser que no pueda pagar la “sagrada” hipoteca que, golpe a golpe, mes a mes, lágrima a lágrima, tiene que satisfacer, cada vez con más coste (y no sólo crematístico) a la todopoderosa banca “política” española, ésa que sólo es capaz de condonar alguna deuda cuando tiene que “contraprestar” algún que otro favor….como ése que alguien le debía a alguien por hacer algo un día aciago del mes de marzo de dos mil cuatro….pues, al fin y al cabo, según dice la Sentencia correspondiente, “El Egipcio”, único vinculado oficialmente con “Al Qaeda”, no fue el cerebro de los atentados.
Francisco Pena

lunes, 23 de junio de 2008

"LA REPÚBLICA GUARANÍ" (Una experiencia histórica de economía cooperativa)


Estando empeñado en la dignísima tarea de recoger exhaustivamente diversas experiencias de economía cooperativa, me ha parecido interesante traer a colación el eficacísimo, y muy nuestro por otra parte, modelo jesuítico de las "reducciones indígenas", llamado también República Guaraní, o Estado Jesuítico, o República jesuítica, o Imperio jesuítico en Paraguay. Se establece dicha República Guaraní en una amplia zona que abarca la ribera del río Uruguay y la margen izquierda del río Paraná, ocupando lo que actualmente es Paraguay, parte de Brasil y Uruguay y las provincias argentinas de Misiones y Santa Fe. El proyecto lo imagina inicialmente el gobernador Hernandarias de Saavedra, autor también de las llamadas "Ordenanzas de los indígenas" (1603) y promotor de numerosas misiones franciscanas en el Paraná. No se trata sin embargo de una empresa privada, o puramente eclesial, pues los jesuitas actúan en cumplimiento de las recomendaciones de la Junta Magna del Consejo de Indias de 1568 y en las disposiciones de Trento, que piden, entre otras cosas, la concentración de los indígenas en poblados regidos por un doctrinero y la evangelización en la propia lengua de los nativos. Hacia finales de siglo el padre Claudio Acquaviva, superior de los jesuitas, propone la creación en la zona antes mencionada de una provincia jesuítica independiente de la del Perú, que es finalmente aprobada por el Papa en 1607, y se pone en marcha en 1609 bajo la dirección del provincial Diego de Torres con el apoyo económico de la Corona española y el apoyo inestimable del gobernador Hernandarias de Saavedra. El primer ensayo, realizado en 1609 en el río Piraga, al norte de Iguazú, sobre poblaciones nómadas, fracasa estrepitosamente; en cambio el segundo, llevado a cabo en 1610 en el Paranapanema sobre tribus guaraníes, tradicionalmente agrícolas, resulta un éxito. De 1610 a 1640, se funda una treintena de "reducciones" en el arco de los ríos Paraná y Uruguay, que llegan a albergar en conjunto, en su mejor momento, a casi 140.000 indígenas. Los conflictos de jurisdicción con los encomenderos de la zona -que surgen pronto- los soluciona la Corona enviando a Francisco de Alfaro, oidor (inspector) con plenos poderes que, en 1611, dicta las llamadas "Ordenanzas de Alfaro", verdadera acta constitucional de las "reducciones" en la que se ordena la reunión en poblados de nueva planta de todos los indios de la zona, aun aquellos que presten ya servicio a un encomendero. Dichos poblados o "reducciones", que deben disponer de cabildo propio y de un relativo autogobierno, están vedados a españoles, mestizos y negros, con la excepción obvia del cura y del encomendero, a quien, en todo caso, se le prohíbe pernoctar en ellos. Apuntemos que se trata, en todo caso, de una "ordenanzas" pronto superadas por otras posteriores en el sentido de sustraer definitivamente a la población indígena de la servidumbre a cualquier encomendero. Dicha normativa será recopilada en el "Libro de Órdenes", un ejemplar del cual es custodiado en cada comunidad. La estructura física de una "reducción" tipo, es similar a la de una ciudad española de su tiempo, bien que modificada por las nuevas ideas urbanísticas planteadas desde el renacimiento. El núcleo del poblado es, pues, la plaza, un espacio rectangular de unos 120 por 100 metros presidido por la iglesia y rodeado de árboles y estatuas religiosas, entre las que se sitúa una fuente. Alrededor de la plaza, además de la iglesia y la escuela, la casa de las viudas, el hospital, el cementerio, el arsenal, el granero público, el alojamiento para transeúntes y, en fin, todas las instituciones de asistencia, más la casa del pueblo, un espacio de uso comunitario dotado de grandes salas de reunión y talleres flanqueados por galerías. De la plaza salen tres o cuatro avenidas, de entre 15 y 20 metros de ancho, frecuentemente pavimentadas, que se abren a la ciudad propiamente dicha, trazada de forma regular con calles entrecruzadas en forma de cuadrícula y agrupadas en manzanas de seis u ocho casas rodeadas por la "veranda", una galería corredera cubierta y elevada casi un metro por encima del suelo que permite la movilidad al abrigo del sol y de la lluvia. Desde el punto e vista de la organización social y económica, las "reducciones" se constituyen sobre la base de una fuerte cohesión interna y una economía mayoritariamente cooperativa que algunos han querido definir exageradamente como una especie de "socialismo cristiano". Hay que decir que los jesuitas respetan la original organización familiar de los indígenas guaraníes, bien que matizada merced a la imposición -lógica, por otra parte- de la monogamia. También respetan, al menos en los primeros años, su estructura política, manteniendo la autoridad de los caciques como jefes de barrio en la "reducción", aunque la fusión en el ámbito urbano de grupos tribales diversos acaba por diluir las dignidades antiguas. También la legislación penal es, en gran medida, específica para las "reducciones", y adecuada a las costumbres de los indígenas: descarta, por ejemplo, la pena de muerte y los castigos de prisión superiores a los diez años. El órgano de autogobierno de la "reducción", y en esto no hay diferencia con otras muchas ciudades españolas, el Cabildo, formado por dos alcaldes, fiscales y otros cargos concejiles elegidos cada año por los propios habitantes sobre una lista de candidatos preparada por el Cabildo saliente. El cargo de corregidor, el el único que puede ejercerse durante cinco años seguidos. La Asamblea popular es convocada, en cambio, con bastante frecuencia. Conviene, sin embargo, destacar la importancia de la comunidad jesuita en la vida política y social de las "reducciones". Aunque el Cabildo celebra reuniones periódicas, el corregidor y los dos alcaldes indígenas despachan a diario con los dos padres jesuitas encargados e la misión: el Pai Mini o doctrinero, encargado de lo espiritual, y el Pai Tuya o administrador, a quienes se someten también los problemas de mayor dificultad. Todo viene supervisado, en última instancia, por el superior general provincial de los jesuitas, que está capacitado para cesar, en casos de flagrante incompetencia o deshonestidad, la mismo Corregidor de una comunidad. Los conflictos territoriales entre "reducciones" diferentes son estudiados y dirimidos por tribunales formados por tres jesuitas ajenos a la región, de forma que los planteados en el Uruguay los resuelven padres asentados en el Paraná, y viceversa. En cuanto a la organización económica, el sistema jesuítico divide la tierra de laboreo, según una fórmula trinitaria, en tres partes: la tierra de Dios o Tupambaé, que se trabaja de forma cooperativa durante varios días a la semana y cuyos beneficios se destinan a la manutención del templo y de los asilos de viudas, huérfanos y ancianos; la tierra comunal o Tavambaé, cultivada también de forma cooperativa para sostener el pago de los tributos reales e infraestructuras locales (nuevos talleres, hospedajes, caminos, herramientas y medios de transporte); y la tierra familiar o Avambaé, que no puede ser enajenada y sirve al sustento particular de cada núcleo familiar. Es la comunidad, en todo caso, la que provee a las familias de las semillas necesarias para la siembra, la que les presta los animales precisos para el laboreo y la que, en definitiva, les facilita graneros en los que acumular parte de la cosecha, para prevenir necesidades familiares futuras. Es importante también referirse a la vida económica de las "reducciones" jesuíticas, el pastoreo de la ganadería, imprescindible para la alimentación de la población, las labores agrícolas y el transporte de las mercancías. Cada "reducción" dispone de una estancia, a veces de miles de hectáreas, en la que pastan con frecuencia entre 5.000 y 6.000 cabezas de ganado. Existen igualmente, como ya he mencionado, talleres artesanos dedicados a la elaboración de productos comercializables, como el algodón, el cuero, el aceite, el azúcar o el mate, además de la industria del ladrillo, los astilleros y las fundiciones. Se instalan para ello con frecuencia molinos fluviales. De hecho, algunas "reducciones" forman núcleos industriales cuyo volumen de producción en nada tiene que envidiar al de muchas ciudades europeas de su tiempo. Se desarrolla también la imprente, existente en las "reducciones" de Loreto, Candelaria, San Javier y Santa María la Mayor, donde se publican libros en lengua guaraní, como la famosa gramática de Restivo, mapas cartográficos americanos y algunas obras de temática religiosa. La jornada laboral, por otra parte, no excede nunca de seis horas, interrumpidas en ocasiones para el descanso, la música o los juegos comunitarios. Un horario que contrasta con la de cualquier otro campesino europeo o americano de su tiempo, sometido a menudo a jornadas de doce o catorce horas. Es significativo, sin embargo, el hecho de que el rendimiento de estas explotaciones supera ampliamente el de otras fórmulas más tradicionales. De hecho, las "reducciones" no tarden en convertirse en centros de producción muy rentables, que llegan a conseguir hasta cuatro cosechas anuales de maíz. No debemos olvidar, en fin, la abundantísima vida interior de intercambio de que disfrutan estas comunidades: aún siendo inexistente en ellas la moneda, el abastecimiento queda garantizado por los almacenes comunitarios. Una vez asegurada la subsistencia, se otorga a las mercancías un valor ficticio, en el que la capacidad de compra viene definida por la mayor o menor aportación al trabajo cooperativo. El resto de los excedentes comunitarios y particulares se destinan a la comercialización externa, bien con mercaderes visitantes, que pueden acceder a la "reducción" durante un tiempo máximo de tres días y tratar con sus habitantes en una especie de lonja llamada Tambo, bien con otras "reducciones", bien con otras economías exteriores en los mercados de Santa Fe o Buenos Aires. Ésta último modo, administrado en exclusiva por los mismos jesuitas, es el que permite completar los pagos tributarios anuales y abrir la comunidad a materias primas de las que la comunidad no dispone (sobre todo metales: oro, plata, cobre, acero). Conviene recordar que las "reducciones" no son núcleos autosuficientes en sí mismos: de hecho, todas ellas forman parte del gran proyecto jesuítico (de ahí lo del Estado Jesuítico del Paraguay), un todo regido por el padre provincial de la Orden. Se trata, en todo caso, de comunidades autogestionadas, y en cierto modo autogobernadas, pero asistidas por la tutela espiritual y técnica de los jesuitas. No podemos, con todo, considerarlas como una "experiencia más" dentro de la búsqueda humana por encontrar un modelo de convivencia económica comunitaria. De hecho, aunque a menudo se desconozca, es el ensayo cooperativo más largo (dura más de ciento cincuenta años) y más exitoso de cuantos el hombre ha llevado a cabo nunca, incluidas las trágicas experiencias comunistas. Y lo pone en práctica, no la Modernidad, sino la España católica de la Contrarreforma. De ahí, seguramente, la enorme cantidad de enemigos con que tropieza, sobre todo a raíz de la generalización en Europa del pensamiento ilustrado. ¿Cómo soslayar que es precisamente la monarquía ilustrada borbónica la que le pone fin? Desde la llamada Cédula Grande y, sobre todo, el Tratado de límites de 1750, en que España cede a Portugal el oriente del río Uruguay, la actitud de la Corona española cambia radicalmente respecto al proyecto guaraní. El advenimiento al trono de Carlos III en 1759, agudiza todavía más esa tendencia: en 1767, los jesuitas son expulsados de América y sustituidos al frente de las "reducciones" por otros clérigos, menos preparados y más dóciles al nuevo programa ilustrado, y por funcionarios corruptos que no tardan en provocar el colapso y la consiguiente desaparición del proyecto guaraní.


Don Miguel Argaya

viernes, 20 de junio de 2008

NACIONALISMO Y NACIONALSOCIALISMO: UN ÚNICO DISCURSO






En no pocas ocasiones los, aparentemente, distantes o, incluso, opuestos, adolecen del mismo error, cual es confluir, no sólo en un punto, sino, ciertamente, en varios.
Si observamos los discursos y comportamientos, aparentemente, divergentes de ambos planteamientos, nacionalista y nacionalsocialista, nos daremos cuenta, si tenemos la mente abierta y no cejamos ante los prejuicios, que, tanto en el fondo como en la superficie, ambos se alimentan del mismo germen, de la misma fuente, del mismo mal.
Lo primero que llama la atención de ambos “pensamientos” es que tienen una serie de puntos en común que, además, buscan su justificación mediante un programa propagandístico que tiene similitudes, ciertamente, sorprendentes.

1.- Una tendencia natural al “victimismo”:
Ambos, nacionalismo y nacionalsocialismo, para llamar la atención y luego, más adelante, justificar su causa y cualquier daño colateral, por muy brutal que sea, exhiben la pancarta de la “injusticia”.
Pero, no nos engañemos, no de la injusticia ajena, del sufrimiento de los demás, sino, por el contario, en un tono “muy altruista”, de la injusticia que, supuestamente, sufren los que defienden una “causa justa”; es decir: la suya, claro.
O dicho de otra manera: el motivo y justificación última de ambos movimientos es el egoísmo puro y duro.
Es obvio, pues, que con tal principio poco se puede esperar del resultado final.
Así, lo primero que han de buscar los “pensadores”, los padres del evento, es una víctima, un grupo o entidad, física o jurídica, que, supuestamente, es objeto de ataques y vejaciones por parte de alguien, de todo o, tal vez, de todos.
Para ello, con independencia de la existencia real del sujeto pasivo de cualquier ataque “injusto”, lo cierto es que si no existe se le inventa o, al menos, se le desfigura, pues, al final, el resultado, que es lo que importa, es el mismo.
Para ello, si es necesario, se crea o inventa una idea de grupo, etnia, raza o condición que, en mayor o menor grado, pulula por estas tierras de Dios, pero que, en todo caso, debe converger con la condición de los promotores de la tesis.
Así, nacen conceptos como “raza aria”, “patria de Breogán”, “nación vasca”, “estado (con minúsculas) catalán”, identidad nacional, etc…
La cuestión, en definitiva, es buscar una identidad, real o ficticia, sobre la que sustentar toda una tesis “filosófica” y, sobre todo, una idea de grupo minoritario que es objeto de ataques sistemáticos por no se sabe quién (éste será el segundo paso) y no se sabe cuándo, pero que, a base de repetirlo, algunos o muchos, acabarán por creérselo, que es, al fin y al cabo, de lo que se trata.
Ya sea, pues, sobre la fuente de un mito, ya sobre una supuesta base genética, ya sobre una ambigua justificación histórica, lo cierto es que se va edificando, poco a poco, la idea de que lo inventado puede convertirse, por arte de magia, en verdad, que no, por supuesto, Verdad.
Para ello, es menester crear una camarilla de “filósofos”, “historiadores”, “científicos”, “literatos” y demás “intelectuales” varios, que asienten una “justificación dogmática” que sirva de soporte a toda una ralea de políticos, más o menos formados, que se encargarán de divulgar por los cuatro vientos, y a ser posible con cara de corderitos degollados (en la primera fase, claro), la plena convicción moral o inmoral de que lo que defienden es dogma de fe y que, en consecuencia, lo defenderán con uñas y dientes hasta las últimas consecuencias.
2.- La consecuente y necesaria búsqueda de un enemigo:
Pero, claro, toda víctima necesita un verdugo, porque necesita una justificación de su existencia, por lo que, en caso de no existir, se le inventa o, en cualquier caso, se magnifica su supuesta malignidad.
En este aspecto, la casuística puede ser muy variada: desde una infame raza, aderezada de un aspecto ruin, pasando por un Estado opresor, hasta llegar a culpar a toda una civilización, que puede estar ubicada, ya en la mente risueña y calenturienta del promotor, como en el hemisferio norte, sur, este u oeste.
El caso, en definitiva, es señalar al contrario.
Su iniquidad, en la mayoría de los casos, alcanza cierto grado de “bisoñez”, hasta el punto de inventarse hechos históricos o graves tergiversaciones sobre una base cierta de un hecho histórico concreto, bien, sencillamente, inventándose un héroe que, con categoría de mito, justifica, por si mismo, un trono enfrentado a todo un “imperio opresor”.
La cuestión, en definitiva, es crear una diana sobre la que tirar los dardos, primero, oratorios, que luego ya vendrá el tiempo de la acción directa.
3.- La justificación de una “resistencia”:
Una vez, pues, sentadas las primeras bases, los primeros eslabones que habrán de sustentar la gran mentira, y teniendo ya una víctima y un verdugo, la consecuencia lógica, hasta tal punto que para muchos carece de justificación moral, es la resistencia, primero, pasiva, en un primigenio y corto estadio, para luego fomentar, subvencionar y posibilitar la activa, generalmente configurada como cuerpo armado de resistencia que, entre otros heroicos logros, está diezmar poblaciones infantiles, seniles y civiles.
Y, así, unos justifican la “lucha armada” de organizaciones o grupos terroristas (eufemísticamente denominados “patrióticos”), otros (generalmente los mismos) las alientan, y otros, no menos importantes, las financian.
Por aquello de no caer en la tentación de la perversa propaganda del enemigo, optan por acusar a los “pobres extremistas” de los “desaguisados” o, más eufemísticamente, “errores” de sangre cometidos, aunque excusan la persecución sistemática de aquéllos, para garantizar la permanencia de una fuerza beligerante estable.
Ciertamente, el tiempo de la utilización de las bases juveniles del partido para configurar una “primera línea” beligerante ha pasado, razón por la cual interesa, desde el punto de vista estratégico, salvaguardar el “buen nombre” de la causa, utilizando como “cabezas de turco” a sectores, no se si más extremistas, pero, al menos, menos avocados a la liturgia política.
Y, así, se utiliza la política del doble rasero: por un lado, se condena, más o menos, abiertamente las acciones sangrientas de los “grupos extremistas”, y por otro, se subvenciona las organizaciones, más o menos, ilegales que las sustentan, condenando, sin paliativos, la actitud “obstinada” de un Estado o “enemigo” empeñado extrañamente en perseguir al “patriota”.
4.- La tendencia “natural” al expansionismo y la constitución ulterior de un Estado absoluto y/o despótico:
Con el fin de salvaguardar el límite fronterizo “natural”, una estrategia simple, que ya funcionó allá por los años cuarenta, es forzar la situación, primero de manera reivindicativa, luego a la guisa del dios de la guerra, en el sentido de afirmar que todos los territorios limítrofes concurren en una única circunscripción, siendo, pues, legítima, la extensión de la lucha y, sobre todo, su justificación, al ámbito territorial circundante, garantizando así, por un lado, la distracción del enemigo, por otro, la justificación moral de la lucha, dada la “injusta” reacción de aquél, y, por último, la garantía de la permanencia del germen territorial.
Tal actitud, de dar resultado, garantizará el sustento del futuro “estado (repito, con minúsculas) independiente”, pues le permitirá tener más y mejor acceso a los recursos necesarios, amén de garantizar una mano de obra esclavizada o semi esclavizada que, en un futuro, puede ser necesaria.
Así, la reivindicación de territorios limítrofes que, curiosamente, tienen mayor peso histórico y específico, en base a unos supuestos derechos históricos o territoriales, sería el primer paso a la “normalidad” reivindicativa y ulterior logro definitivo.
Y no nos engañemos, todos los pasos precedentes llevan a la constitución última de un Estado independiente, absoluto y despótico, cuyo primer paso sería la “borregización” o sumisión de la sociedad, mediante la intervención sistemática de los medios políticos, económicos, sociales, culturales e informativos del territorio afectado por parte de la clase oligárquica dirigente.
Se trataría, en un primer estadio, de “culturizar” a la sociedad mediante una acción sistemática y generalizada de política cultural, para, a la postre, aislar a los “díscolos”, preparándolos, de este modo, para la última fase, cual es la práctica sistemática del genocidio.

Para algunos, lo expuesto, puede hacerles sonreir.
Para otros, la mayoría, les traerá sin cuidado.
Pero lo cierto, señores, es que los pasos expuestos, con mayor o menor precisión, son puntos consecutivos de un mismo programa, de un mismo guión, sustentados en un mismo ideal: el del odio a todo lo diferente, justificado, en último término, en una aberración filosófica y moral cual es la creencia, la convicción, de que, aunque, sobre el papel, todos somos iguales, en el fondo, algunos siguen creyendo que son más iguales que otros.
No será por no avisar…..

Francisco Pena

¡YA PODEMOS ESTAR TRANQUILOS!


Ya podemos estar tanquilos, pues el Sr. Presidente, al más puro estilo "presidencialista", ha garantizado que la "recesión" será solventada con la ayuda de todos los sectores implicados.Parece ser que con el "concierto" "síndico-empresarial" el futuro......aunque negro......está asegurado.Palabra de Presidente.......y como dijo, en su día, Su Majestad, en uno de sus muchos momentos de lucidez.....aquél sabe lo que se trae entre manos.....
¡Amén!
Francisco Pena

Y AL FINAL.......LLEGÓ EL FINAL......


Al final, con la necesaria e impagable connivencia y traición de los sindicatos, la clase oligárquica política gallega y la previsible, pero no por ello, menos apestosa actitud de la más pura "eficacia" capitalista, los trabajadores de FADESA, hoy MARTINSA FADESA, se van a la "puta" calle.
¿Quién ha cumplido su palabra?
Pero, no nos engañemos.......sólo es el principio.....
Francisco Pena

PARECE QUE NO TODOS SOMOS IGUALES.....

http://www.cotizalia.com/cache/2008/06/20/87_prisa_consigue_refinanciar_credito_puente_millones.html

....y, mientras tanto, la mayoría de los mortales, de los sufridos ciudadanos, tienen que afrontar, cada día con mayor dificultad y angustia, el calvario económico mensual......

Pero, claro, como en todo, aún hay clases.....
Francisco Pena

miércoles, 11 de junio de 2008

¡ASESINOS!


No sólo el que aprieta el gatillo es el criminal, también lo es el que, directa o indirectamente, facilita su cobarde labor.
Aquellos que, por acción u omisión, han permitido y permiten el mayor y más horrendo crimen de lesa Humanidad hasta ahora cometido, son, sin lugar a dudas, cómplices de esta horrible e injustificable destrucción de vida humana inocente.
Nunca existirá justificacion para semejante y espantoso crimen.

Francisco Pena

viernes, 6 de junio de 2008

UNA DE PIRATAS


En el día de hoy hemos acudido a una puesta en escena que, en realidad, se ha convertido en un bochornoso espectáculo político-circense, en el que la Vicepresidenta Primera, Ministra de la Presidencia y Portavoz del Gobierno de la Nación, Doña María Teresa Fernández de la Vega, lejos de informar a la ciudadanía de las medidas económicas concretas que el Ejecutivo había tomado con el fin de, al menos, ralentizar, cuando no frenar, el descalabro económico que tenemos encima y que está a punto de hundirnos, por el contrario, emulando a su “jefe”, el Sr. Rodríguez Zapatero, se limita a afirmar que se están tomando medidas, aunque no dice de qué entidad, alcance y, en definitiva, en qué nos afectará a todos y cada uno de nosotros.
Y como nos toca especular, es de presuponer que lo que se pretende es darnos, en breves días, la sorpresa, porque habrá que concederles el beneficio de la duda, de que las “medidas urgentes y efectivas” van más allá de una simple desgravación fiscal de 400 míseros euros.
Me temo, sin embargo, que, en realidad, ni unos ni otros tienen la más mínima idea de lo que se avecina.
Por parte del Sr. Rajoy se acusa al gobierno de no querer atajar la crisis económica porque, ciertamente, el primer paso es reconocer su existencia, realidad y alcance.
Pero, en realidad, el Sr. Rajoy tampoco sabe con exactitud cuál es el alcance real de la misma y mucho menos las medidas resolutorias que habrían de aplicarse.
Pero, además, es que el Sr. Rajoy es cómplice, al menos, por silencio, al no exigir que se aclaren situaciones tan graves como, por ejemplo, que, al menos, una entidad de ahorro haya sido intervenida por el Banco de España, ante una absoluta falta de liquidez o, sin ir más lejos, que una importante empresa de automoción de Galicia estaría “justificando” altos costes de adquisición de material y repuestos para, en breve plazo, incoar expediente de regulación de empleo y, ulteriormente, cerrar y trasladar la factoría principal fuera de nuestra tierra, con el consiguiente y gravísimo daño económico a la ciudad en la que se asienta, su comarca y los cientos de miles de puestos de trabajo, directos e indirectos, que genera.
Es, pues, un hecho evidente que todos mienten.
Mienten unos y mienten otros, porque, en el fondo, son el anverso y reverso de la misma moneda.
En definitiva: ellos se lo guisan y ellos se lo comen.
Y, en el medio, estamos el resto de los mortales ….los que pagamos religiosamente nuestros impuestos….los que nos vemos avocados, cada mes, a satisfacer la cuota, cada día, más elevada de la hipoteca, porque tenemos la mala suerte de que nadie nos condona la deuda…..los que tenemos que sufrir el largo y tortuoso camino del “calvario” de cada mes, al que, a duras penas, llegamos a pasar su ecuador…..
Y lo cierto, señores, que sólo hay dos opciones: o callar y esperar que escampe o, con un poquito de coraje, rebelarnos frente a la estulticia, la malversación de caudales públicos que, no lo olvidemos, provienen de nuestros sufridos bolsillos, las mentiras que, día a día, hora a hora, nos vomitan por la “caja tonta”.
En definitiva: O comportarnos como cobardes o, al menos por nuestros hijos, acabar con toda esta ralea de idiotas, sin vergüenzas y, en algún que otro caso, incluso criminales.
En cualquiera de los casos, y como siempre se ha dicho….que Dios nos coja confesados.

Francisco Pena

A LA REPÚBLICA ROGANDO Y CON EL TIRO EN LA NUCA DANDO


Cuando uno llega a cierta edad, a una edad intermedia entre la infancia y la senectud, entre la inocencia y la letanía, entre, en definitiva, el quiero pero, me temo, que ya no puedo, uno empieza a vislumbrar hasta qué punto la inmensa mayoría de los mortales creen que llegarán a ser inmortales.
Y mira que les aviso…..¡que no, que no!....¡fijaros en mi más que incipiente alopecia!....¿acaso creéis que vais a durar más que el que suscribe?.....
Pero, entonces, uno empieza a comprender que no es que crean en la inmortalidad, simplemente son tan cándidos que creen que lo que dicen es, ciertamente, original, en definitiva, importante o, si se prefiere, eterno.
Porque si hay algo que caracteriza a ciertos individuos es, precisamente, su locución repetitiva, su reiterada causalidad inconsecuente, su mimetismo infructuoso.
Pues mira que son pesados…..y vuelta otra vez con la dichosa república…..la IIª, claro…..
Y digo yo….¿a qué tanta reiteración?.....¿a qué tanta nostalgia?.....¿qué tendrá que ver una república burguesa y liberal con toda esta ralea de nostálgicos de una banderita tricolor?....
No pueden, obviamente, referirse a aquellos bienios translúcidos, que lejos de significar algo en la reciente, y no tan reciente, historia de España, en realidad supusieron un “ir tirando”….
No creo, asimismo, que suponga una rememoración de la masacre de mineros asturianos, a cargo del gobierno republicano, y por culpa de la ineptitud, cuando no traición de un tal Largo Caballero…..
Como tampoco se referirán …..digo yo…..a las reiteradas y hasta cansinas proclamas socialistas de alzamiento contra los sucesivos gobiernos republicanos….pues, en tal caso, no entendería tampoco yo la similitud…..
Entonces, ¿a qué, exactamente, dignan tributo?
Pudieren darse dos posibles respuestas.
Una, bien pudiera ser, simple y llanamente, la ignorancia más atrevida o, si se prefiere, que no tienen ni puñetera idea de lo que es una república….por no hablar de los que, realmente, fue la IIª República…..
Otra, no exenta de posibilidades, que, en realidad lo que pretenden es rememorar los tiempos gloriosos del comportamiento anárquico…..de aquellos aires de libertad que consistían, amén de hacer lo que les diera la gana, en el sentido estalinista del término, por supuesto, sobre todo en practicar el sano ejercicio revolucionario de quemar iglesias, violar monjas y, de vez en cuando, por aquello de practicar la puntería, eliminar algún que otro elemento “anti revolucionario”…..vamos, como ahora….
No voy a ser yo quien niegue el déficit intelectual de los promotores de semejante boato, pues, visto lo visto, resulta más que obvio que la mayoría no saben ni escribir la “o con un canuto”…..sin embargo, me niego a creer que los que están detrás, los “bien pensantes”, los “amigos de sus amigos”…..los de la fraternidad, vamos, sean tan ignorantes y mucho menos ingenuos.
Más bien me inclino a pensar que el fin viene a ser el mismo, sólo que transfigurado por el efecto milagroso de un buen lavado de imagen.
No obstante, sinceramente, me dan pena aquellos que, siendo meros instrumentos de jolgorio, de la jarana, ignoran que aquéllos, los mismos de ahora, los mismos de siempre, no ha mucho tiempo, allá por los años gloriosos de la IIª República, se dedicaban a fusilar sin contemplaciones a los “invertidos” o a los que habían contraído gonorrea…. y si no, que se lo pregunten al Sr. Carrillo que como, otrora, buen amigo de su camarada Don Enrique Líster, el cual, por cierto, años después nos deleitó en un libro con las gloriosas traiciones de aquél, o muy conocido del no menos camarada Durruti, no querían ver un maricón ni en pintura, no temblándoles la ceja en dar la orden de ejecutarlos sin miramientos.
Pero, entonces, me pregunto: ¿quién defenderá esa gloriosa nueva república?
¿Acaso las huestes del PSOE tienen suficientes arrestos para llevar adelante la empresa?
¿Tendrán, acaso, sus vanguardias bien cubiertas las espaldas ante los posibles ataques que pueda sufrir su retaguardia por los frenéticos empujes del Sr. Zerolo y sus secuaces?
Obviamente, no.
¿Qué alternativa, pues, nos queda?
Tal vez las hordas nacionalistas, ésas que siguen el viejo axioma del “tiro en la nuca”, el mismo que utilizaron sus ancestros putativos.
Pero, cuidado, porque me temo que muchos de ellos están comenzando a aburguesarse y quedan pocos ya que puedan asumir un papel beligerante ante tamaña empresa.
Me temo que, a salvo contadas excepciones, la mayoría se conformarían con mantener, más o menos, el estatus que ostentan; en definitiva: arrogarse unas funciones que nadie le ha dado, blanquear sus conciencias con emisiones legales del Banco Central Europeo y, en su defecto, hacerse el avión y procurar pasar el trago lo mejor posible.
Es bien cierto que el poder corrompe…pero también, y lo que es peor, aburguesa….
Y no hay nada peor para un burgués que sembrar en terreno inculto, porque normalmente la cizaña se vuelve en su contra.

Francisco Pena

LA DICTADURA DEL SILENCIO


No contentos con acallar las voces de los ciudadanos, adormecer sus conciencias y favorecer que el capitalismo más salvaje campe a sus anchas por estas sufridas tierras patrias, el pasado miércoles, diputados socialistas, tal vez emulando a su “vieja guardia” de pistoleros de la, otrora, gloriosa IIª República, aunque hoy convertidos en simples matones a sueldo del gobierno de turno que los financie, lejos de respetar el foro de diálogo y contraste de opiniones que debería ser el Congreso de los Diputados, prefirieron hacer bulla ante la interpelación que Doña Rosa Díez hizo al gobierno en relación con la discriminación (más bien persecución) que el castellano, no lo olvidemos, lengua oficial del Estado y cooficial en todas y cada una de las llamadas Comunidades Autónomas, sufre sistemáticamente, y fundamentalmente, en ciertos feudos nacionalsocialistas, como Galicia, País Vasco o Cataluña.
Pero no nos engañemos.
Ése, y sólo ése, es el auténtico “talante” que siempre han evidenciado los autodenominados socialistas que, ante cualquier posible disidencia, bien optan por impedir que se exprese, bien, en algún que otro caso, se toma la drástica decisión de su pura y simple eliminación, política o no.
Y yo, que de inocente tengo más bien poco, aún me sigo preguntando, porque parece que algunos ya se han olvidado, ¿qué tendrá que ver todo esto con el “11 M”…..?

Francisco Pena

miércoles, 4 de junio de 2008

LA RE-EVOLUCIÓN (o la crónica del regreso al Planeta de los Simios)


Que nadie pierda el tiempo leyendo estas letras, si lo que espera es una revisión actualizada de la teoría darwiniana.
Yo, que nunca he creído, ni creeré, en la tesis evolutiva, a salvo los casos extraordinarios que, de vez en cuando, parecen confirmar la genérica regla, sólo pretendo con la presente, precisamente, afirmar que la evolución, en el fondo, siempre ha sido y será una involución.
Pues no de otra manera puede comprenderse la afirmación de que el simio debe gozar de los mismos derechos que la generalidad de los mortales, me refiero, obviamente, a los teóricamente pertenecientes al género humano, animal, pero, a pesar de todo, se quiera o no, humano.
Bien es cierto que algunos, hoy, ciertamente, muchos, merecerían gozar, en igualdad de condiciones, que las tienen, de menores prerrogativas que aquéllos; sin embargo, por lo que se ve, el mundo es injusto y, por supuesto, las leyes, como obra, más o menos acertada, del hombre, también.
Ahora resulta que, después de miles de años de supuesta evolución, los genes difieren de la mente y, en consecuencia, del cuerpo, y da igual haber nacido genéticamente hombre, si, al fin y al cabo, lo que importa es si uno se siente o no mujer….o, tal vez, otra cosa, incluso intermedia.
Pero, es más, aún gozando de la condición psicológica femenina y de la genitalidad masculina, podría darse el caso, y se da o, al menos así lo afirman nuestros legisladores, que, dependiendo del pie con que uno se levante, puede despertarse con ganas de afeitarse o, por el contrario, de echarse unas gotitas de “chanel” ….a ser posible, número 5, por aquello de la modernidad que, obviamente, al menos así nos lo recuerdan recalcitrantemente los medios de comunicación del Sistema, no debe estar exenta de ciertas dosis de lo que, hoy, se llama “glamour” y, en mis tiempos, indignidad o estupidez burguesa.
Y, dado que nuestros legisladores son muy previsibles, por aquello del servicio a la colectividad, han ideado una norma jurídica, eso sí, técnicamente perfecta, que garantiza que el antojo, aún en el caso de embarazo, puede determinar el cambio nominativo y registral, aún cuando el esposo de una decida ese mismo día, tal vez por despiste, levantarse con el pie del mismo sexo que el que tenía el día anterior.
Es definitiva: que la recién parida puede permitirse el lujo, jurídico, eso sí, de gritarle al tocoginecólogo que no le toque…pues eso….los melindres…y que haga el favor de llamar a una matrona, a ser posible de buen ver, dado que, a pesar de las apariencias, y de que su esposo acaba de desmayarse en el paritorio, por aquello de empeñarse, aún en contra del criterio médico, en asistir al parto, en el fondo, la recién parida, al menos así lo afirma el Registro Civil, que, al fin y al cabo, da fe pública, es un señor con toda la barba.
En cuanto al orden de los apellidos, creo, no va a haber ningún problema, no en vano, ya en su momento, tal vez previendo la sucesión de los acontecimientos, se otorgó prioridad a la voluntad individual cambiante frente a la genérica imperante.
Siendo, pues, la madre el padre y el padre la madre, da lo mismo, pues tanto monta, monta tanto, quién se levante chica y/o se acueste señor.
Y, así las cosas, resulta palmario que los simios son inferiores a los humanos, porque, no de otra manera puede entenderse cómo es posible que aquél no haya caído en la cuenta de que el mono puede ser mona o viceversa.
Tal vez, el salto evolutivo, la piedra angular de la teoría evolutiva, el llamado eslabón perdido, haya sido, por fin, hallado.
¿Porqué pensar que tiene que haber un estadio intermedio entre el simio y el hombre y no, tal es mi tesis, entre el hombre y el simio?
Y es que aunque se empeñen los mayores, el mundo no está del revés, sino que es el revés el que ha dado origen a este mundo.
Pues no de otro modo puede entenderse cómo es posible que miles y miles de seres humanos inunden de pateras nuestras costas, cuando hubiera sido más fácil haber nacido oso panda, pues no sólo hubieran viajado en primera clase, sino que, en el colmo del éxtasis psico-evolutivo, serían recibidos por el mismísimo séquito real con la Reina al frente.
Si ha más de cinco siglos que los mahometanos fueron expulsados del territorio patrio, ahora resulta que lo natural, en el sentido evolutivo del término, será que, volviendo a sus raíces, asienten de nuevo sus posaderas, a ser posible, con clase de religión en las escuelas…de religión mahometana, claro, pues la católica, por ser contraria a la razón imperante, debe ser erradicada de todo orbe, ahora, por el contrario, asistimos impasibles a una, cada día, más beligerante y, sino al tiempo, sangrienta persecución anticristiana, mientras que los ateos de toda la vida, los masones complacientes, previa sabia formulación de la universal “alianza de las civilizaciones”, reciben con los brazos abiertos a los hijos de Alláh que, al fin y al cabo, aunque no hermanos en la fe, al menos son genéticamente puros; o, si se prefiere, hijos de la misma puñetera madre que los parió.
Y, dicho lo anterior, y teniendo en cuenta que mi alopécica cabeza comienza a echar humo, con una heroica decisión sin precedentes, les formulo una nueva tesis: la tesis de la Re-evolución.
Se trataría, simple y llanamente, de dejar a su libre albedrío a todo ser, animado o no, listo o tonto, alto o bajo, rico o pobre, para que, al toque de la batuta imperante saltase, brincase o bailase al modo más acorde con su naturaleza, eso sí, bajo la misma y embriagadora melodía.
Y, así, al bípedo que quiera ser cojo, le bastaría con cortarse una pierna y sentir que, incluso, sin ella puede parecerse a su semejante: el simio.
El problema radicará en el hecho objetivo de que, generalmente, las comparaciones resultarán odiosas y, mientras que el simio ostentará una condición superior, dada su bipedestación, el cojo tendrá que “ceder paso” al siguiente en la lista de espera del proceso re-evolucionario: el manco.
Y así, sucesivamente, hasta llevar al idiota que, más o menos, viene a ser un indigente intelectual que presume de todo y que carece del más mínimo sentido del ridículo, pues, lo mismo se desnuda sin venir a cuento, que aprecia una tregua de E.T.A., o, tal vez, se pasa más de treinta años de su vida buscando a su mujer ideal para descubrir que ésta es un hombre hormonado, por no hablar de los que afirman que morir dignamente consiste en pasarse veinte años de una vida contando a los demás sus miserias, pero no para que se comparezcan de él o le auxilien, sino para que, simple y llanamente, le peguen un tiro en la nuca.
Sí, amigos, en esto consiste la re-evolución: en invertir los valores que, en su tiempo, comulgaban con la razón y ahora, por arte de la sinrazón, comulgan con la idiotez más supina.
Aquí, señores, que cualquiera puede ser llamado y creerse un intelectual, que cualquiera puede ser llamado y creerse un escritor y, por supuesto, porqué no decirlo, cualquiera puede ser rey ….o reina, según con la intención con la que se levante cada mañana, dará lo mismo ser bueno que malo, letrado que iletrado, feo que guapo, pues todos seremos todo lo que nos digan que debemos ser.
Y si tal es la condición humana, que, en poco o en nada, se aleja de la del simio, puestos a hacer monadas, sinceramente, prefiero a éste que no a aquél.
Y, teniendo en cuenta que el simio no ha cambiado, la propuesta más lógica será acercarse a su modelo, pues, como modelo constante, al menos no proporcionaría un modelo a seguir.
O, si se prefiere, tal vez lo acertado sería invertir el sentido evolutivo y si, como dijo un día un idiota, el hombre procede del mono, tal vez creemos la tesis revolucionaria y no por ello menos acertada de que, e realidad, es el mono el modelo al que debería tender todo hombre.
O dicho de otra manera: por mucho que pretendamos aparentar, en el fondo, aunque la mona se vista de seda…..de Zapatero viene y en zapatero se queda.

Francisco Pena

lunes, 2 de junio de 2008

¿IDIOTA O CÍNICO?




Después de la grave noticia del espectacular incremento del IPC hasta alcanzar el 4,7 %, según dicen, la mayor subida del índice en los últimos 11 años, el Sr. Rodríguez Zapatero exculpa su responsabilidad y la del ejecutivo afirmando que la culpa de dicho incremento la tiene la subida, ciertamente, importante del barril de crudo y, no menos importante, de los productos de primera necesidad.
En un tono y gestos displicentes, y como el que da una clase magistral de economía, afirma lo que afirma sin ningún rubor, sin ningún cargo de conciencia y, lo que es peor, sin asumir ninguna responsabilidad.
Cuando España está avocada a ser el primer Estado europeo que sufrirá de manera brutal la gravísima crisis económica que se avecina (porque este, no nos engañemos, es sólo el principio), intencionadamente se oculta a la población la gravísima situación económica por la que atraviesan ciertas entidades financieras cuya función social ya ha tiempo que se ha perdido.
Al mismo tiempo, se ignora intencionadamente que una gran parte del precio final de venta del gasóleo al consumidor, entre los que se incluyen los profesionales que, inexcusablemente, necesitan un consumo constante del mismo, se ve incrementado por el porcentaje elevadísimo de carga fiscal que conlleva.
Si a tal hecho añadimos que está previsto un incremento del 9,3 % de los impuestos que lo gravan, resulta, a la postre, que, lejos de adoptarse medidas paliativas, por el contrario se descansa en el consumidor el enorme peso de la crisis económica.
Y, precisamente, los motivos que “argumentó” el Sr. Presidente, son los que han provocado una reducción significativa en el poder adquisitivo del ciudadano de a pie, con lo que, si a ello añadimos el incremento exponencial de los tipos de interés aplicables al crédito hipotecario, llegaremos a la conclusión de que, en muy breve tiempo, la situación económica y social se verá gravemente afectada.
Por parte del gobierno se acusa a la oposición de hacer una campaña de desprestigio, agravando exageradamente los datos económicos.
Sin embargo, lo cierto es que la actitud del principal partido de la oposición es, más que moderada, cómplice de la situación que se avecina, optando por callar más allá de lo moralmente admisible, sobre todo cuando la mayoría de los afectados son gente con mediano o bajo poder adquisitivo.
Y ahora viene la crítica a los electores, a aquéllos que, alegremente, acuden cada cuatro años a las urnas y depositan el voto a favor del “más simpático” o del “menos malo”.
Si el pueblo, como dicen, ostenta la soberanía, el pueblo es también responsable de su decisión.
Corresponde, pues, al pueblo, precisamente en este momento, ahora que aún estamos a tiempo, retomar las riendas de su soberanía, y exigir que se le devuelva su poder y autoridad.

Francisco Pena